¿Cuándo ir? En las costas el clima es agradable durante todo el año excepto en verano cuando las temperaturas suben considerablemente. La zona del Mar Negro es bastante más húmeda y suele llover a menudo. Turquía Oriental es extremadamente fría en los meses de invierno.
Capital: Ankara
Idioma: Turco
Diferencia horaria con Argentina: + 6
Documentación: Pasaporte con una validez mínima de 6 meses a partir del regreso al país.
Aeropuertos:
Ankara:
Aeropuerto Internacional Esenboga (ESB) 35 km al noreste de la ciudad.
Estambul:
Aeropuerto Internacional Atatürk (IST) 24 km al oeste de la ciudad.
Datos Útiles para Paxs
La corriente eléctrica en Turquía es de 220 V 50 Hz
Moneda
La moneda nacional es la Lira Turca. A la salida del país no se puede llevar más de 5.000 dólares americanos o divisas equivalentes. El euro y dólar americano se aceptan en las compras. Pero es mejor utilizar lira turca en las compras de poco cantidad, por ejemplo comprando agua, en los bares, en restaurantes etc. El cambio de moneda puede ser realizado en los hoteles, en bancos y oficinas de cambio. Las casas de cambios en sus pantallas tienen el precio sin comisiones y siempre tienen mejor cotización. Pero en algunos pueblos de playa como Kusadasi las casas de cambio pueden tener una cotización baja o algunas, por ejemplo en el Gran Bazar de Estambul, intentan aplicar comisiones. Normalmente, si su viaje empieza desde Estambul sería mejor cambiar lo que necesita allí.
Tarjetas de crédito: En toda Turquía son aceptadas la mayoría de tarjetas de crédito siendo las más comunes Maestro y Visa. En algunos establecimientos no son aceptadas American Express por la comisión alta, Dinners Clup, Eurocard, etc.
Cheques de Viaje: Se pueden cambiar en la mayoría de casas de cambio y hoteles así como en los bancos. En cambio se requiere el pasaporte y cobran comisiones. En algunos centros turísticos también aceptan el pago de sus compras con cheques de viaje.
Cajeros automáticos: Con las tarjetas de crédito o con las tarjetas de cajero automático (maestro, visa, electron etc..) pueden sacar dinero de su cuenta utilizando los cajeros automáticos de los bancos turcos. En la mayoría el efectivo será lira turca. En Turquía se llaman ATM (ateme). Algunos bancos como TEB, HSBC, Citibank ofrecen en algunos cajeros Euro y Dólar, y algunos, por ejemplo como GARANTI, ofrecen el idioma español en las pantallas.
Vestimenta
En verano ropa muy ligera y alguna prenda de abrigo para las noches sobre todo en el interior del país. En invierno ropa de abrigo y un paraguas serán de gran utilidad. Para visitar algunas mezquitas, se aconseja a las mujeres llevar un pañuelo para cubrirse la cabeza
Que Ver, Hacer Y Conocer
Museos Y Palacio: Datos A Tener En Cuenta
|
Significa la entrada.
Se pronuncia «guirish» |
|
Significa la salida.
Se pronuncia algo como «chikish». |
En todos los museos, excepto algunas secciones de un par de museos y en las mezquitas se pueden hacer fotos y filmar.
En la mayoría de los museos no se puede emplear flash. Cuidado con las advertencias en los museos.
Utilizar trípode en los museos requiere un permiso escrita del ministerio de Cultura y Turismo.
El palacio de Topkapi es un museo, en la parte tesoro no está permitida hacer la foto y filmar.
| Palcio Dolmabahçe+El Haren (Com.) |
30+20 TL(40TL) |
| Palacio Beylerbeyí |
20 TL |
Los palacios de Estambul, (Dolmabahce, Beylerbeyi etc.) no pertenecen al Ministerio de Cultura y Turismo, por eso no se informa de sus precios de entrada en la lista de los museos.
En el palacio de Dolmabahçe los grupos organizados tienen que obtener una reserva con antelación y tienen la prioridad en la visita.
Los palacios, en general, están abiertos de 9h a 17h. Están cerrados lunes y jueves.
La cisterna subterránea de Estambul (Yerebatan) pertenece el ayuntamiento y, por lo tanto, si que se puede filmar y fotografiar.
Las mezquitas no son museos, es libre la entrada. Sin molestar a los que rezan, se puede filmar y fotografiar. En la entrada hay que quitarse los zapatos. Aunque en algunas mezquitas grandes a veces no lo exigen, lo normal es que las mujeres tengan que taparse la cabeza con un pañuelo que proporcionan en las misma entrada. Del mismo modo, si se va en pantalón corto, facilitan una especie de falda para cubrir las piernas, tanto para hombres como para mujeres. Por eso, al salir será conveniente hacer una donación a la mezquita.
La mayoría de los museos están cerrados los lunes y están abiertos hasta las 17.00 horas. Pero en los últimos años durante el verano, algunos importantes, abren todos los días y hasta las 19.00 horas. Cada año se pone un sistema diferente.
Estambul
Santa Sofía: Una joya del Arte Bizantino
AYA SOFYA – Santa Sofía- es el edificio más impresionante de Estambul y el más célebre. en 1935, fue convertida en museo. Se encuentra en la parte vieja de Estambul, en frente de la Mezquita Azul, concretamente se encuentra separada de ésta por unos jardines preciosos por los que da gusto.
Aya Sofya fue terminada de construir nada menos que en el 537 y durante casi mil años fue el templo más importante del mundo cristiano. Luego fue transformada en mezquita, hasta que en 1935 Atatürk la convirtió en museo.
Mezquita Azul
La Mezquita Azul es la única de Estambul que posee seis minaretes y su nombre se lo debe a los bellísimos mosáicos azules de Izmir, que dan a este espacio una atmósfera muy especial.
Está situada en la parte antigua de la ciudad, en una de las orilllas del Bósforo, junto al Mercado de las Especias y enfrente de Santa Sofía, es más´, tan sólo están separadas por un precioso jardín.
Hay que entrar sin zapatos y con los hombros cubiertos (te proveen a la entrada con unas
medias que colocas sobre las tuyas). El interior, al ser un lugar de oración, está en total silencio como así también en bastante oscuridad, a pesar de las múltiples bombillas eléctricas. No dejes de aprecias también el inmenso patio, tan grande como la superficie de la mezquita adonde verás en el centro una fuente relativamente chica, para tal superficie y dos lugares para abluciones a los costados de la puerta principal, como existen en toda Turquía- Está separada de la Iglesia de Santa Sofía por un parque con jardines, así que no dejes de
admirar, desde el exterior la grandeza de ambos edificios.
Puente Galata
El Puente Gálata es uno de los lugares que hay que ver si vas unos días de visita a Estambul, se alza sobre el Cuerno de Oro y une Karaköy y Eminönü y ofrece algunas de las mejores vistas de la ciudad, desde él se puede contemplar la Mezquita Nueva, la Torre Galata, el palacio Topkapi a lo lejos, los alminares de la mezquita de Suleiman. Está situada muy cerca del puerto de Eminonu, donde parten los barcos a diferentes partes de la ciudad, así como los barcos que surcan el estrecho del Bósforo, muy próximo al Bazar de las especias y al Gran Bazar y junto a una parada de metro: Eminonu.
Es un buen lugar para contemplar la ciudad y sobre todo perder la vista en el agua que rodea a la ciudad. El mejor momento es al atardecer, ya que es uno de los puntos donde contemplar los mejores atardeceres de Estambul, cuando el cielo se vuelve rosa y morado y las aguas cobran el color del fuego.
Siempre día, tarde y noche está repleto de pescadores a lo largo y ancho de su puente.
Lo mejor es pasar a diferentes horas por este puente para descubrir como la luz del día va cambiando el paisaje que se puede contemplar desde él y otra visión, aparte de la del atardecer, es pasear de noche por el viendo toda la ciudad iluminada, os lo recomiendo
Construido en 1994 tiene una longitud de 490 metros
Torre Galata
La Torre Gálata tiene una de las vistas preferidas de la ciudad, ya que se encuentra en una colina desde la que se domina la parte europea y la parte asiática de Estambul.
La torre tiene una altura de 67 m hasta la punta (63 m sin el remate) y con nueve plantas. Se accede al restaurante y mirador por un ascensor. Cuando se construyó era a estructura más alta de la ciudad. La base de la torre se encuentra a 35 msnm y la planta mirador se encuentra a 51,65 m de altura
Palacio Topkapi
Este palacio de sultanes fue mandado construir por el sultán Mohamed II en 1462, terminado en 1478, y fue la residencia habitual de los monarcas otomanos hasta 1855, cuando el sultán Abdul Mechid trasladó la sede al nuevo Palacio de Dolmabahçe.
Imprescindible por sus jardines, sus habitaciones que rivalizan entre sí por su decoración, sus azulejos, sus vistas impresionantes, su riqueza incluidos tesoros de oro y piedras preciosas, por su historia, y por infinidad de detalles que lo hacen único.
Imprescindible también recorrerlo sin prisa, para poder disfrutarlo: entrar a primera hora, nada más abrir aunque hay mucho público; pese al exceso de público, merece la pena.
En sus paredes sucedieron intrigas dignas de la tetralogía de Indiana Jones o del espía Lawrence de Arabia. Fue hogar de Selim II el Borracho, ahogado en el baño después de haber bebido demasiado champán; de Ibrahim el loco, que se volvió loco después de estar cuatro años encerrado en una jaula; y de la bella y malvada Roxelana, intrigante esposa de Solimán el Magnífico. Todas estas historias y su sitio en la Historia (con mayúsculas) han hecho del Topkapi uno de los palacios más notables del mundo y uno de los que más ha fascinado desde siempre. Libros, películas, leyendas, óperas… Multitud de artistas han querido dar su peculiar visión de este edificio de ensueño, que invita a transportarnos a otro tiempo.
Museo Arqueológico
Este museo, situado dentro de los jardines del palacio Topkapi es uno de los rincones más interesante -y menos transitados- de Estambul.
Podemos destacar dentro del museo la Necrópolis de Sidón, el Sarcófago de Alejandro, el Sarcófago de las Afligidas y las fascinantes galerías de estatuas. Posee, además, un espacio dedicado a los niños con interesantes maquetas y con un castillo de juguete muy entretenido.
Un lugar que uno no puede perderse si le gustan las civilizaciones y el arte antiguo
El sarcófago de Alejandro es el punto estrella de todo el Museo Arqueológico. Situado en la sala número 3, su belleza impresiona incluso desde lejos. Es una pieza clásica que representa al general Alejandro y a su ejército luchando contra los persas en unos alto relieves fascinantes. Su tallaje se hizo en mármol y es del siglo IV a.C. con un estado de conservación perfecto.
La Cisterna De Basílica
También conocida como Yerebatan Sarayi, es la más grande de las 60 que se construyeron en Estambul durante la época bizantina. Concretamente se construyó en el año 532 (coincide con el año de construcción del monumento más bello de Estambul, la Mezquita de Santa Sofía), y para ello se emplearon 336 columnas romanas procedentes de los templos paganos de Anatolia, unas columnas que en su mayoría eran de orden corintio.
La Cisterna de Basílica se encuentra situada muy cerquita de Santa Sofía y tienen un tamaño de 10.000 metros cuadrados por ocho metros de altura. Este gran tamaño permite una capacidad de más de 30 millones de litros. El principal objetivo de su construcción fue evitar la vulnerabilidad que significaba para la ciudad que se destruyera el Acueducto de Valente. Hasta finales del siglo XIV fue utilizada como cisterna de agua, hasta que a mediados del siglo XIX se restauró y finalmente se convirtió en un lugar turístico por el que pasan cada año miles y miles de personas.
Una de las cosas más impactantes que podemos encontrar al visitar la Cisterna de Basílica son las cabezas de Medusa. Se trata de columnas que tienen como base cabezas de mujeres. Se encuentran en muy buen estado de conservación y sorprenden a todos los visitantes, porque además, lo que nunca esperas es ver una obra de arte que se encuentra «boca abajo».
La Cisterna de Basílica también ha hecho sus pinitos en el cine, ya que fue utilizada para rodar una parte de la película de James Bond.
El Estrecho Del Bósforo
El Bósforo es el estrecho que separa la parte europea de la parte asiática de Turquía. Concretamente, divide en dos partes la ciudad de Estambul, la ciudad vieja (donde se encuentran la mayoría de las mezquitas y todos los monumentos históricos, y la ciudad nueva. Además, el Bósforo conecta el Mar de Mármara con el Mar Negro.
Este estrecho tiene una longitud de 30 kilómetros y sus orillas están totalmente pobladas. En Estambul hay dos puentes que unen las dos partes de la ciudad, el pente Boğaziçi, que fue construido en 1973, y el puente Fatih Sultán Mehmed, que se creó en 1988 y se encuentra casi a cinco kilómetros al norte del Boğaziçi.
La vida que hay a diario en ambas orillas del Bósforo es impresionante y los puentes están siempre llenos de gente que va de un lado a otro. Además, muchos de los edificios más emblemáticos y visitados por los turistas están junto al Bósforo, como el mercado de la especias, al que no sólo acuden turistas, también la gente de Estambul se acerca a diario a este mercado para comprar productos. Otro de los edificios que da al Bósforo es la Mezquita Azul, una de las mezquitas más visitadas de Estambul tanto para orar como para visitar.
Lo más habitual es que los turistas tomenía un ferry para navegar por este estrecho. El viaje dura aproximadamente dos horas y está bastante bien, porque es la forma más sencilla de ver la orilla de la parte nueva, a la que no se suelen acercar los turistas porque no hay monumentos destacables, pero que merece la pena ver por la gran cantidad de mansiones y casas de lujo que hay.
Capadocia
Capadocia es una singular región del centro de Turquía. Se sitúa a 250km de Ankara, la capital, y a 677km de Estambul. Desde que fue dada a conocer a Occidente forma parte del imaginario de cualquier viajero, parece estar hecha de la misma substancia que los sueños.
La sensación de irrealidad, de alucinación onírica, llega a respirarse como el aire: castillos de fantasía horadados en la toba –la roca blanda de Capadocia-; iglesias minúsculas arañadas en la piedra; y esos extraños y gigantes champiñones de piedra que la gente denomina “chimeneas de las hadas”, porque las leyendas locales cuentan que eran humeros de los duendes que habitaban bajo tierra.
Éfeso
La antigua Éfeso es la joya de la corona de los yacimientos arqueológicos turcos. Se fundó en el XIII a.C. y hacia finales del I a.C. se había convertido en uno de los principales puertos del Egeo, con una población de más de trescientas mil personas. En tiempos de Cesar fue la capital de Asia Romana, pero a medida que los sedimentos se fueron acumulando en el puerto, la ciudad entró en decadencia y finalmente fue abandonada. Sin duda este es el motivo por el que está tan bien conservada, ya que pese a todas las guerras que tuvieron lugar a su alrededor, no había ningún interés en saquear una ciudad abandonada.
Aviso para visitantes: hace falta un día entero para visitar el yacimiento. No caigan en la tentación de hacerlo en un par de horas.
Recomendaciones:
– Avenida de Mármol, desgastada por el paso de cuadrigas y peatones, que nos lleva a la Biblioteca de Celso, preciosa joya donde los instruidos bibliotecarios guardaban los papiros con la sabiduría de la época y que forma parte de una plaza en la que los edificios se construyeron alrededor de un reloj de arena.
– Estadio, con una pista de 217 metros donde se celebraban carreras y luchas de gladiadores ante más de 70.000 personas.
– Teatro, con una acústica perfecta, 66 hileras de asientos que podían acoger 25.000 espectadores excavadas en la montaña.
-Templo de Artemisa, una de las Maravillas del Mundo antiguo, del que curiosamente sólo queda una columna.
Si se dispone de todo el día, hay que meterse por todos los intrincados rincones y ver y fotografiar la infinita gama de colores que toma la piedra y el mármol según avanza el sol por la bóveda celeste.
Pamukkale
También llamado el «castillo de algodón», se refiere al blanco risco que domina a la ciudad de este mismo nombre. Las repisas, las piscinas y las estalactitas de travertino coronan este risco, como si fuera una cicatriz blanca. Deslumbra no sólo su blanquedad reflejando la luz, sino también su belleza. Este paisaje fue creado por el agua mineral cálida propia de la zona. A medida que caía en cascada por el peñasco se iba enfriando y depositaba el calcio que contenía. Gracias a las drásticas medidas de conservación de los últimos años, este lugar ha recobrado poco a poco su antiguo esplendor. Ése que le hizo famoso ya en tiempos de los romanos, que decidieron construir frente a las piscinas la ciudad de Hierápolis.
Un paisaje distinto a todo lo que puede verse en Turquía. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988.
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